La semana pasada, al llegar a clase un día, los niños se encontraron, cómo cómo habían pedido, el rincón del juego simbólico convertido en castillo medieval.
Había sido la seño con ayuda de unas mamás, a las que aprovecho para agradecer el trabajo, la que había fabricado este castillo.
Estaba bonito, pero no era suficiente, según los niños "un poco soso" y entonces decidimos averiguar qué que le faltaba y ponernos manos a la obra.
Enviamos una carta pidiendo ayuda a la época medieval e investigamos en el libro que tenemos en clase.
Enseguida os enseñaré cómo está quedando